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La IA como herramienta para la resolución de disputas en arbitrajes

Samantha Gonzales Cayo

2do puesto en el I Concurso Nacional de Ensayos Académicos en Arbitraje

I. Introducción

Adaptarse a una nueva modalidad es difícil, sobre todo si hablamos de tecnología. Pero qué  podríamos decir si es que esta tecnología novedosa se convierte en una herramienta esencial  de trabajo. La inteligencia artificial llegó para quedarse, y es cuestión de tiempo para que el ser  humano la adapte a la vida cotidiana. En este trabajo nos enfocaremos en el ámbito jurídico,  específicamente en los beneficios del uso de la IA sobre procesos arbitrales. 

 

En tal sentido, la Dra. Ingrid Osorio explica que nosotros, los abogados, no debemos sentirnos  amenazados por la IA. Por el contrario, menciona que esta herramienta generaría nuevos retos  para nuestro conocimiento y que será una oportunidad para crear un mejor sistema legislativo adaptado a los avances tecnológicos, reduciendo errores y agilizando la toma de decisiones  ante cualquier conflicto. Gracias a esta herramienta, muchos abogados lograrán sentir una  reducción de la carga procesal y hasta laboral (Osorio, 2023).

 

II. ¿Qué es la IA y cómo funciona su aplicación en el ámbito jurídico? 

La inteligencia artificial, según Margaret A. Boden, tiene por objeto que los ordenadores  cumplan funciones similares a las de una mente, con competencias psicológicas como la  percepción, la asociación y la planificación, que facilitan el alcance de objetivos del ser  humano. El uso de la IA permite una interpretación más exacta de las normas en cuanto al  análisis crítico del abogado, lo que proporciona eficiencia para una rápida resolución y con un  mayor porcentaje de satisfacción (A. Boden, 2017). 

 

Para aterrizar en la idea de la aplicación de la IA en el ámbito jurídico, el Dr. Cáceres explica  que la IA aplicada al derecho consta de una interdisciplina que actúa bajo un procesamiento  inteligente por parte de un operador jurídico y, en consecuencia, realiza un análisis y desarrollo  de la información adquirida. Además, señala que “Se requiere la definición de un problema  relevante para el derecho y el desarrollo de una teoría jurídica computacional”, por lo que la  IA se considera un mecanismo provechoso para la teoría general del derecho (Cáceres Nieto,  2023).

 

Actualmente existen algunas IA’s que se utilizan para fines legales, como “MIAbogado”, que  es una plataforma diseñada por y para abogados en Madrid. Ofrece tres principales soportes:  Genera documentos jurídicos en cualquier idioma y legislación, responde consultas de manera  precisa y eficiente, y permite que el abogado se enfoque en estrategias mientras ésta se encarga  del resto (MIAbogado, 2016).  

 

El gobierno peruano no es ajeno a esta evolución tecnológica, pues se adaptó muy bien al  aprobar y publicar la Ley N°31814, la cual regula y promueve el uso de la IA en favor del  desarrollo económico y social del país. Aún se necesita desarrollar con más precisión y  especificaciones, pero sin duda es un gran avance para nuestra legislación (El Peruano, 2023). 

 

III. Casos en donde la IA se ha utilizado en el derecho 

Poniendo en contexto lo expuesto, citaré un caso reciente que sucedió en nuestro país, el cual  nos ayudará a clarificar ciertas dudas sobre su aplicación y que, de hecho, generó un impacto  tanto en los medios de comunicación como en la legislación peruana. El magistrado Frank Paul  Flores García, juez del Primer Juzgado Civil de San Juan de Miraflores, recurrió al apoyo de  “ChatGPT” para dictar una sentencia sobre el expediente N°00052-2022-18-3002-JP-FC-01 de  proceso de alimentos (El Peruano, 2023).  

 

Ésta se reconocería como la primera sentencia en el Perú con asistencia de una IA. En base a  la información proporcionada y criterios evaluados, la IA estableció que para determinar el  monto que el padre debía otorgar a la menor, debía considerarse los ingresos de ambos  progenitores y los gastos necesarios para la manutención. Es así como planteó una solución  objetiva de acuerdo a los criterios mencionados, justificando el importe del 20% de la ganancia  del padre hacia la alimentista. 

 

Otro caso emblemático vendría a ser el de “DoNotPay” en Estados Unidos, que fue la primera  IA en participar como abogado ante un tribunal. Esta funcionaría mediante el apoyo de un  abogado, quien usando auriculares repetiría lo que le dicte la IA respecto al análisis del caso.  La noticia causó un gran impacto y algunos participes se cuestionaron si es que la IA  perjudicaría el proceso al estar prohibida la intervención exterior en los tribunales (Diario “El  Comercio”, 2023). 

 

La IA almacena la información y no se tiene un control exacto sobre la reserva en  comunicaciones externas y la privacidad de las personas, o en este caso de los involucrados. 

 

Su creador, Joshua Browder, señaló que “DoNotPay” podría reemplazar el trabajo de algunos  abogados en un futuro no muy lejano, específicamente los que solo “están cobrando demasiado  dinero por copiar y pegar documentos”.  

 

Es cuestión de tiempo para que se logre adaptar y enseñar a una IA, mediante una gran  recopilación de información y casos similares, a que actúe como soporte ante cualquier caso  que se presente. Eso sí, se tiene que tomar en cuenta el porcentaje de error al trabajar con una  inteligencia artificial, pues a pesar de que sea mínimo, no se debe pasar por alto.

 

IV. La IA aplicada al arbitraje 

Ahora bien, teniendo claro los conceptos y perspectivas sobre la aplicación de la IA en el campo  del Derecho, nos centraremos en el tema sustancial y la razón principal de este trabajo. Para  ello, citaré al licenciado Fernando Martín Diz, quien plantea la fusión de la IA y el arbitraje  como “i-arbitraje” – arbitraje inteligente –. Expone que, si bien actualmente no se utiliza de  forma regular, en un futuro será una herramienta indispensable para facilitar los procesos y  laudos arbitrales gracias al constante desarrollo y evolución tecnológica (Martín Diz, 2020).  

 

Además, destaca que la aplicación de la IA en soluciones de conflictos extrajudiciales puede  desempeñarse en dos grandes funciones: función asistencial o función decisoria. La función  asistencial cumpliría un rol de apoyo para el operador jurídico y la decisoria, un rol  determinante sobre la resolución de un conflicto. 

 

Como bien sabemos, los conflictos arbitrales se generan a partir de una controversia entre las  partes, quienes voluntariamente pactaron y se sometieron a una cláusula arbitral. Esta cláusula  es totalmente independiente, por lo que, si se anula el contrato, ésta persiste, es válida y  continúa su correcto procedimiento. El laudo arbitral, entonces, vendría a ser la decisión que  dicta el o los árbitros para resolver el conflicto. Teniendo en claro el concepto, queda cuestionarnos sobre la evolución que el arbitraje desarrollará en el transcurso del tiempo. 

 

V. Los desafíos que presenta el uso de la IA en los arbitrajes internacionales 

Es importante tener en cuenta que, al hablar de arbitraje, también nos referimos a un enfoque  internacional. La IA puede ser de gran ayuda para la comunidad arbitral gracias a la gran  capacidad y potencial que comprende para resolver controversias de carácter trasfronterizo.

 

El uso adecuado de esta herramienta provocará un impacto positivo en el posicionamiento del  arbitraje como principal método alternativo de resolución de conflictos en el rubro comercial  internacional.  

 

La transparencia, confidencialidad y neutralidad son algunas de las disyuntivas que se plantean  a raíz de la aplicación de la IA en el arbitraje internacional. En consecuencia, se requiere de un  uso tanto cuidadoso como riguroso de esta herramienta, ya que quien se encargue de su monitoreo sabe y es consciente que está prohibida la divulgación de la información (Vásquez  Urra & Monardes González, 2023).  

 

Algunos desafíos que presenta el uso de la IA en el campo arbitral internacional, a partir del  análisis de la Dra. Marta Gonzalo, vendrían a ser los siguientes (Gonzalo Quiroga, 2023): 

 

Desafío Tecnológico  

Fomentar una capacitación y supervisión adecuada para el uso de esta  herramienta hacia los profesionales involucrados. 

Es una inversión, pero se aboga por un arbitraje verde; más ecológico y  sostenible con el medioambiente. El uso consciente y correcto de la tecnología  genera un equilibrio acorde a las exigencias de los Objetivos de Desarrollo  Sostenible (ODS).  

Aceptación de las partes y confianza hacia la IA en el arbitraje, donde las partes  acrediten saber cómo funciona para su caso en particular y aceptar que se utilice. 

 

Desafío Normativo

No hay una regulación global. Sin embargo, existen propuestas que permiten  regular de manera preventiva a las tecnologías actuales y futuras. Por ejemplo, la Ley de Inteligencia Artificial, aprobada por el Parlamento Europeo en 2023.  

La regulación pública e iniciativas de autorregulación privadas, serían  convenientes para los usuarios del arbitraje, en beneficio del aporte de las  plataformas de IA. 

Debido a la ausencia de regulación de la IA en el arbitraje internacional, se  apuesta por que las primeras respuestas llegarán a través de normas especiales  propuestas por Instituciones Arbitrales y organismos internacionales. Mientras  tanto, toca cumplir con las exigencias de control y de regulación existentes.

Se propone pactar cómo, cuándo y en qué medida se desea utilizar la IA,  regularla con responsabilidad e individualmente en cada convenio arbitral y  contrato. Se apela por la autonomía de la voluntad y libertad de pactos. 

 

Desafío Informativo

El uso de la IA implica el procesamiento de grandes cantidades de datos, existe un riesgo de filtración, propios y de terceros. Es necesario garantizar la  privacidad y seguridad para proteger la confidencialidad de las partes. 

Es probable que los datos puedan contener errores y omisiones, prevaleciendo algún punto de vista, por lo que habría discriminación sobre las decisiones. De  ahí la importancia de los sistemas de revisión y control humana. 

Se presentarán disputas ante la determinación de la responsabilidad civil por  daños derivados de la IA, teniéndose que establecer un marco de  responsabilidad objetiva/subjetiva en relación de causalidad. 

Las partes tienen la posibilidad de oponerse a la publicación de los laudos  arbitrales, exigir que se anonimice o se utilicen seudónimos. Sin embargo,  controlar la divulgación de datos por parte de la IA es y será una tarea difícil. 

Identificar que software de los aplicados estrictamente al arbitraje nos puedan  llevar a reflexiones o argumentos erróneos, parciales y engañosos. La  confiabilidad y transparencia de un sistema de IA depende de lo que llaman “las cuatro uves”: volumen, veracidad, velocidad y variedad. 

 

 

Pero, a pesar de los desafíos expuestos, la IA también brinda grandes beneficios. Por ejemplo: agiliza los procesos, reduce de los costos, garantiza la resolución de forma rápida y eficaz, ofrece una correcta proporcionalidad entre el laudo y la decisión, apoyar en la redacción de  textos legales, ofrece información relevante y predice la solución de los casos que se presenten.  En sí, brinda soporte y asistencia sobre la complejidad de los casos arbitrales.

 

VI. La disyuntiva entre la ética y moral ante la aplicación la IA en el arbitraje 

Cuando hablamos de ética y moral, queda claro que son características netamente humanas,  por lo que una IA no tiene ni tendrá la capacidad de replicarlas. Por su misma complejidad, un  proceso arbitral requiere de la intervención humana para el análisis e interpretación sobre el  contexto del conflicto y las pretensiones de las partes. Evalúa los posibles factores de subjetividad y sensibilidad ante el impacto significativo que puede generar la decisión para los  involucrados. Es ese pensamiento ético que nos hace seres humanos y previene posibles  resultados injustos (Solhchi & Baghbanno, 2023). 

 

Por consiguiente, aunque se haga el esfuerzo de adoctrinar a una IA para el análisis de un caso,  no logrará igualar la capacidad de reflexión humana. Es así que los árbitros, como principales  responsables, deben intervenir en todo el proceso. En ese sentido, es indispensable lograr un  equilibrio entre el análisis de la IA y el análisis crítico del ser humano, así como tomar  conciencia sobre su uso. Suponer que la IA siempre tendrá respuestas acertadas o congruentes  con el caso sería caer en un error.  

 

VII. Sobre la responsabilidad y desarrollo de la IA en laudos arbitrales 

En cuanto a la responsabilidad, si es que se solicita la anulación del laudo arbitral, deberá ser  asumido y procesado bajo el sustento del árbitro asignado. No se podría realizar juzgamiento  alguno hacia un sistema inteligente, ya que la IA cumpliría un rol complementario en el  proceso, mientras que el árbitro cumple un rol fundamental. Entonces, en la decisión, la última  palabra la tiene el árbitro. 

 

Asimismo, la incorporación de la IA como una herramienta básica en procesos arbitrales es y  será un reto para la sociedad, pero que generará un gran desarrollo y avance tecnológico para  el derecho. Recordemos que el derecho es una ciencia social que se adapta al tiempo y a los  contextos actuales en los que vive la sociedad, lo que produce constantes cambios en la  legislación acorde a los nuevos problemas que puedan surgir, por lo que el derecho es una  disciplina atemporal, ya que prevalece en el tiempo con una constante evolución. 

 

Por consiguiente, lo que nosotros debemos buscar, como representantes de la ley y abogados  del futuro, es que se brinde un servicio al ciudadano célere, óptimo y eficaz. Que se garantice  el reconocimiento de los derechos fundamentales e impartir tanto justicia como equidad para  las partes involucradas. Para lograr este objetivo, es crucial utilizar mecanismos novedosos que  aporten a la eficiencia de los procesos legales, en este caso en procesos arbitrales.

 

VIII. Conclusión 

En conclusión, nos queda confiar en la limitada pero mejorable capacidad de análisis y  confidencialidad que la IA nos ofrece, así como también la responsabilidad de transmitir esa  confianza hacia las partes del proceso para implementar su uso y exponer sus beneficios. Si se  pretende resolver el conflicto en base a un criterio moral y ético, es necesaria la intervención  humana sobre todo por la capacidad de juicio crítico, que una IA jamás tendrá. De esta manera,  podemos convencerlos de que la inteligencia artificial es una herramienta innovadora y efectiva  para la resolución de conflictos sobre procesos arbitrales. 

 

A su vez, adaptarnos al uso de la IA tomará tiempo, pero el camino no será complejo ni  amenazante. Por el contrario, habiéndose superado los retos expuestos, se proporcionarán las  condiciones deseadas para la evolución del arbitraje como lo conocemos. Es de suma  importancia que se realice un seguimiento exhaustivo para identificar y corregir las limitaciones y posibles sesgos que pueda presentar la IA y, de esta manera, alcanzar su máximo  potencial, protegiendo la integridad de la práctica arbitral. 

 

El futuro del derecho es incierto, pero de lo que podemos estar seguros es que la tecnología  permanecerá y formará parte de la vida cotidiana del ser humano, por lo que no podemos ser  ajenos a esta realidad futurista. Por ello, es necesario adaptar el sistema jurídico y la legislación  a las nuevas oportunidades de desarrollo ante la inevitable fusión entre el Derecho y la  tecnología, sin dejar de humanizar los procesos legales. Sin duda, este será un camino  progresivo pero maravilloso, donde la tecnología jamás dejará de sorprendernos.

 

IX. Fuentes

Disclaimer: Por motivos de espacio, las referencias completas a las fuentes citadas no se incluyen en esta publicación. Sin embargo, en el ensayo original, se encuentran debidamente acreditadas y detalladas.

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